ATM
ATM
Debido a que este fenómeno se desarrolla, por lo general, durante las horas de sueño, la mayoría de las personas no se percatan de este problema, denominado bruxismo.
El bruxismo puede causar problemas de forma directa o indirecta. Las personas que bruxan desgastan los dientes produciendo superficies planas y zonas de esmalte sin apoyo, que se pueden fracturar con facilidad. Si el bruxismo es severo pueden incluso llevar el desgaste hasta la pulpa dentaria (el «nervio» del diente).
Existen numerosos factores emocionales y físicos que contribuyen a desarrollar esta actividad neuro-muscular. Algunos de estos factores son el estrés, los trastornos del sueño, mordidas inestables, malposiciones dentarias o la ausencia de dientes.
Un tratamiento efectivo para evitar el desgaste dentario consiste en la utilización de un protector dental: una férula de descarga. Este protector evita que los dientes superiores e inferiores contacten entre sí durante los períodos de bruxismo nocturno evitando el desgaste, protege la articulación temporomandibular (ATM) y desprograma el hábito adquirido.
Se realizan a la medida de los dientes tomando unos registros en alginato (unos moldes con una masilla).
También podemos ser «apretadores» durante el día (bruxismo céntrico) tensionando toda la musculatura de cierre alrededor de la boca, fundamentalmente los músculos maseteros y ptrigoideos (los músculos de cierre de la boca).
Se denominan trastornos de la articulación temporomandibular a aquellas patologías que afectan directamente a las superficies articulares implicadas, al disco, a la musculatura que realiza los movimientos mandibulares o a los nervios que se encargan de llegar al conjunto musculo-esquelético.
Muchos de los síntomas que experimentan los pacientes en relación a los desórdenes de la ATM suelen ser debidos al estrés, una mala oclusión (forma de encajar los dientes superiores con los inferiores o a una combinación de ambos, aunque en algunas ocasiones se presentan síntomas sin un origen claro.
Los síntomas más frecuentes son: dolor (en la zona o irradiado a la cabeza o al oído), ruidos al abrir y cerrar la boca y disminución de la apertura de la boca, dolor de cabeza crónico, molestias al bostezar.
Los principales tratamientos empleados para la articulación temporomandibular son: férulas de descarga, fármacos, tratamientos oclusales (retoques de la forma de encajar los dientes) o combinaciones de todos ellos.