Odontología conservadora
Odontología conservadora
Cuando tenemos una caries, se produce una destrucción del tejido duro del diente. Puede ser una caries en la cara oclusal del diente, la parte de las muelas con la que mordemos, y suele aparecer porque las fosas y fisuras, los “valles”, hacen que sea más fácil para las bacterias depositarse y producir una destrucción primero del esmalte y luego de la dentina.
También podemos tener caries interproximales, caries en las paredes de los dientes, en los huecos entre unos dientes y otros. Esto normalmente ocurre porque si utilizamos sólo el cepillo, no limpiamos las paredes de los dientes, y si quedan placa y restos de alimentos, las bacterias aprovechan para darse un festín y con los ácidos que producen, destruir nuestro diente. Por eso es tan importante utilizar seda dental o cepillos interdentales a diario, el cepillo SOLO, no limpia la boca en su totalidad, es fundamental utilizar el hilo.
El tratamiento de la caries consiste en:
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Primero
Hacer una obturación, lo que conocemos como “empaste”. Lo que hacemos es retirar esa parte “blanda” y destruida del diente.
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Segundo
Repararla con resina compuesta (composite, del inglés) del color blanco adecuado a cada diente, o con ionómero de vidrio, un excelente material en casos en los que estoy cercana a la pulpa (el “nervio” del diente), porque remineraliza y ayuda a reparar si queda algo de diente blando. Es un material que utilizamos mucho en la clínica, de elección en niños.